JOSÉ MARÍA MANZANARES
José María vivía desde hace años apartado del mundo. Allí, solo el hombre, entre toros, campos de maíz y sus recuerdos, acabó de manera inesperada una existencia jalonada de muchas luces y algunas sombras, de reconocimientos y duras críticas, de conocidos circunstanciales y seguidores veleidosos, de largas fiestas y mujeres guapas, de lances arrogantes y alguna bravuconada, de amigos y enemigos íntimos, de destellos de felicidad y largas noches de tristeza...
“Jose Mari ha muerto de soledad, no abandonado, pero sí solo e infeliz”.
“Era raro como todos los toreros, tenía un temperamento fuerte, mantenía una difícil relación con su familia y pasaba los días en su finca apartado de todo y de todos, sin ilusiones”.
José Mari era un bohemio, buena persona, muy puro, amigo de sus amigos, respetuoso con sus compañeros y con una afición desmedida”.
José María Manzanares debutó como novillero el 24 de mayo de 1970, en la localidad alicantina de Benidorm. Un año después tomó la alternativa como matador de toros el 24 de junio de 1971 en su ciudad natal, de manos de Luis Miguel Dominguín como padrino y El Viti como testigo. Un año después, el 18 de mayo de 1972, confirmó la alternativa en Las Ventas de Madrid, siendo padrino Palomo Linares y testigo Eloy Cavazos, comenzando una carrera de 35 años como matador de toros en los que saboreó las mieles del triunfo en España y América.
Tras varias retiradas y apariciones, tomó la decisión de cortarse la coleta para siempre el 1 de mayo de 2006, en la Real Maestranza de Sevilla, que quedará siempre en el recuerdo del buen aficionado. Alternaba con Pablo Hermoso de Mendoza y Cayetano, que se presentaba como novillero. No tuvo suerte en el lote de toros que le tocó en su lote, y tras matar al segundo, se fue hacia el tercio, llamó a su hijo y le pidió que le cortara la coleta entre la incredulidad y la sorpresa general, pues solo había anunciado su adiós en la Maestranza y Sevilla, pero no su retirada total de los ruedos. Ante el asombro general del público, la plaza entera estalló en aplausos y emoción, obligando a dar una histórica vuelta al ruedo, entre las aclamaciones de la gente de Sevilla.
Minutos más tarde, Cayetano paseaba la oreja del último toro de la tarde, invitó a Manzanares a que le acompañara en la vuelta al ruedo, fue entonces cuando varios compañeros, matadores de toros, que asistían de paisano, a ver la corrida, saltaron al ruedo, alzaron en hombros a José María Manzanares y entre el fervor popular, lo pasearon por el ruedo y después lo sacaron por la Puerta del Principe, en señal de admiración y respeto.
En el año 1977 se casó con Yeyes Samper, con la que tuvo cuatro hijos, Ana María, Yeyes, José María (matador de toros) y Manuel (rejoneador). Vivió la vida a tope, celebró sus éxitos, sobre todo, en América, con generosidad y sin prisas. Convertido ya en personaje famoso y con dinero, fue el objeto de deseo de una gran cantidad de mujeres. Un supuesto romance con una modelo fue el motivo de su divorcio, y también, de su destierro en las tierras de Extremadura.
¿Fue Manzanares un mujeriego? Respondió el amigo cercano.